Hace mucho que no estoy en la onda, tron. No sigo las novedades en cuanto a manga y a cómics. No husmeo en las tiendas. Me estaba comprando Fullmetal Alchemist, pero voy sumamente atrasada (ha terminado ya, y yo debo de ir por el tomo 18). De casualidad me dijeron hace poco que Glénat ya no se llamaba Glénat, sino que había pasado a llamarse Editores De Tebeos. Me quedé con cara de what the fuck.
Me hallaba, pues, en ese estado de feliz y confusa ignorancia cuando ayer cayó la bomba. EDT ha perdido todas las licencias de Shueisha, lo cual quiere decir que pierde Naruto, Bleach, Death Note y demás gigantes del shônen. Aún me acuerdo de Berserk, que empezó a publicarlo MangaLine pero la editorial cerró y tuvo que reeditarla Glénat... una putada, ¿verdad? Pues ahora ocurre algo no muy diferente, pero a escala over9000.
Es curioso, Glénat empezó a publicar manga de Shueisha con Rurouni Kenshin, la primera serie más o menos larga que empecé a coleccionarme seriamente. No la acabé, era joven y pobre, además de una adolescente hormonada, pero llegó a gustarme mucho (understatement of the century) y a día de hoy aún me sigue gustando. ¡Ay, después de tantos años!... Espero algún día hacerme con la bonita edición kanzenban de un manga que me trae muy gratos recuerdos. Y bueno, también espero acabar Fullmetal Alchemist en algún futuro utópico y distante.
Mientras tanto el mañana está lleno de incógnitas, a saber:
- ¿Podrá sobrevivir EDT después de haber perdido a los mostrencos del shônen?
- ¿Qué jugosas ofertas sacará para deshacerse de su fondo editorial? (Un kilo de tomoh un leeeuro)
- ¿Quién se quedará con Naruto? (Vale, 30 segundos después he encontrado la respuesta: Planeta se hace con Naruto y Saint Seiya)
Seguiré husmeando por twitter, a ver cómo se desarrollan los acontecimientos.